Hace unos días Forbes ha hecho pública la lista de las 100 personas más ricas de España. Más ricas, evidentemente, en sentido estrictamente capitalista, es decir, quien más capital acumula. Pero claro, sin más apreciaciones de ningún tipo ya sea de las formas de llegar a semejantes cifras o la parte ética del proceso. No le vaya a dar a nadie por pensar de más…
En esta lista, por lo visto, se han dejado a uno. Dado el mal momento de la imagen pública de la Familia Real, esta vez han tenido la delicadeza de no poner en la lista al rey Juan Carlos, a quien hace solo un año el New York Times le calculaba unos 2300 millones de dólares [1]. ¿Será que la Casa Real no quiere más revuelo sobre patrimonios, chanchullos, fraudes, etc. en la semana en que se ha hecho público que la infanta Cristina se alquilaba a sí misma el palacete de Pedralbes [2] para hacerse con unos “eurillos” de los fondos públicos? Será que el campechano Juan Carlos quiere acercarse a su pueblo y hacerse ver cómo uno más…
Quien sí que aparece con una fortuna calculada en los 3000 millones de euros es la impertérrita duquesa de Alba, siempre altiva ante la tempestad del tiempo y las vicisitudes terratenientiles… Parece de libro de historia medieval: esta mujer sin apenas poder moverse, con tantas y tantas tierras y palacios, y alrededor miles de familias en el campo sin medio alguno de subsistencia. ¿Historia medieval o “democracia” capitalista a la española del siglo XXI?
Además, en la lista, aunque los hay con ciertos honores aristocráticos, como Villar Mir o las Koplowitz, lo que más hay es empresarios campeones en esto de hacer dinero a costa de trabajadoras y trabajadores que por supuesto no salen en listas públicas de las de nombre y apellidos, sino que son quienes nutren estadísticas como las de desempleo o desahucios.
A pesar de poder cagarla, muy difícil será equivocarse si afirmamos que ni una sola, ni uno solo de quienes componen esa lista, empezó trabajando de peón (sin faltar, precisamente por el respeto merecido a los peones en contraposición a los componentes de la lista). Vamos, que la herencia generacional y el mamar las relaciones con el modelo «señor del monopoly» viene dado de padres a hijos generación tras generación.
Y sin riesgo alguno de equivocación, lo que sí podemos afirmar es que en esa lista, incluyendo al que falta, no hay nadie que haya amasado semejante cantidad de capital trabajando honradamente sin ser partícipe de la explotación de cientos y cientos de trabajadoras y trabajadores, de participar en las continuas reformas laborales que suponen recortes y más recortes de derechos laborales y empeoramiento de la calidad de vida popular, de la intoxicación mediática que les eleva a la calidad de ídolos fomentando el individualismo y la competitividad en el subconsciente colectivo y dejando de lado la importancia de la visión colectiva social cristalizada en el concepto de pueblo trabajador.
En fin, más que la lista de los más ricos, hablando desde el pueblo, bien podríamos llamarla la lista de los más sinvergüenzas.
La lista completa de los «honores» aquí: http://www.europapress.es/chance/elbuenvivir/noticia-amancio-ortega-mas-rico-espana-ventaja-47600-millones-euros-forbes-20131030152515.html
[2] http://www.20minutos.es/noticia/1961100/0/infanta-cristina/alquiler-pedralbes/caso-noos/
Tiempo de lucha 